Las personas que nos encargaron el proyecto querían recrear diseños marinos y que recordarán la vida en un barco.
Las personas que nos encargaron el proyecto querían recrear diseños marinos y que recordarán la vida en un barco.
Nuestro trabajo se centró en conseguir que esos elementos existieran y trajeran un aire desenfadado y más de casa vacacional al espacio, pero con la elegancia propia de algo que no llega nunca a parecer un decorado o una recreación temática.
Como si de un cuadro se tratara, intentamos concebir el salón como un solo paisaje.
Recreamos el interior de un barco con la zona de la pica y las columnas laterales; simulamos una isla de mar con la isla negra que se levanta en mitad de la habitación; la campana extractora con luz cálida representó el faro que requiere cualquier viaje marino.
Para recrear el efecto bañera típico de barco, hicimos pasar las puertas de la cocina por encima de la encimera, un trabajo laborioso con un acabado delicado.
Los sofás y el fuego dan un aire cálido, aunque también fresco, que nos recuerda fácilmente el interior de una casa de mar.
DONDE ÉTICA Y LUJO COEXISTEN
